Salir a las 18:00 de trabajar te da otra perspectiva. Sobretodo acostumbrado a salir a partir de las 19:00, 19:30, 20:15…
Tengo tiempo para hacer cosas. Puedo hacer planes, aunque no sea del tipo de gente que planea las cosas, o que las hace… En los días entre la salida de mi antiguo trabajo y la entrada en el nuevo he dibujado, pintado, cambiado mi web, diseñado… y apuntado muchas ideas en las múltiples libretas que pululan por mi casa.
Después de un tiempo de sequia creativa mi cabeza vuelve a funcionar, y algunas ideas que salen de ella parecen hasta buenas. El problema viene a la hora de llevarlas a cabo.
Siempre me ha costado priorizar, y el desorden de los últimos tiempos no me ha ayudado. Si tengo que elegir entre un proyecto personal y otro, los pongo encima de la mesa y termino yéndome al sofá a ver la tele… Si me pongo a organizarlos termino pensando en hacer una aplicación que me ayude a organizar mis cosas, diseño el icono y me vuelvo al sofá.
Tengo la esperanza que poco a poco vayan saliendo. Esa esperanza, y la de que en un tiempo pueda dejar de usar tantos puntos suspensivos…